Ajuste de la planta a condiciones extremas

Ajuste de la planta a condiciones extremas
Las plantas son sorprendentemente adaptables y una variedad de especies han desarrollado estrategias para sobrevivir incluso en las condiciones más difíciles. Esta increíble capacidad para adaptarse a condiciones extremas es el resultado de millones de años de selección y evolución natural. Este artículo ilumina los diversos mecanismos a través de los cuales las plantas se adaptan a condiciones extremas y pueden sobrevivir y prosperar.
Ajuste de la planta de la sequía
Con miras al cambio climático y la sequía creciente en muchas partes del mundo, adaptar las plantas a la falta de agua es un campo particularmente relevante.
Ajustes morfológicos y reacciones fisiológicas
Muchas plantas que ocurren en desiertos y semi -deserts han desarrollado ajustes morfológicos y fisiológicos para lidiar con la falta de agua. Los ajustes morfológicos incluyen hojas pequeñas o incluso ausentes, culpable grueso (la cubierta de planta similar a la cera externa), sistemas de raíces agrandados y la presencia de espinas en lugar de hojas. Con estos ajustes, las plantas pueden minimizar la evaporación del agua y al mismo tiempo maximizar la absorción de agua.
Fisiológicamente, las plantas en áreas secas pueden limitar la pérdida de agua al adaptar su metabolismo. Un ejemplo de esto es la fotosíntesis del metabolismo del ácido marino (CAM) de Crassulaceen, que se caracteriza por una grabación nocturna de CO2. Esto ayuda a las plantas a evitar la transpiración en las partes más calientes y más secas del día. Ajuste de la planta al frío
No solo los desiertos presentan plantas con desafíos. También las áreas con temperaturas muy frías, como las regiones de tundra y alpina, también requieren estrategias de adaptación especiales.
plantas frías
La supervivencia en estas condiciones heladas a menudo requiere un proceso que se conoce como endurecimiento en frío. Aquí, las plantas aumentan su tolerancia a las heladas a través de la exposición a la disminución de las temperaturas. Las plantas frías pueden adaptarse al frío extremo a través de cambios internos, como la acumulación de azúcar y proteínas que evitan la congelación. Algunas plantas incluso pueden sobrevivir en un estado de estrellas profundas, en el que todos los signos de vida se detienen casi.
Ajustes morfológicos
Además de los cambios internos, las condiciones de frío también requieren ajustes morfológicos. Las plantas en las regiones árticas o alpinas a menudo son pequeñas para poder soportar el viento y minimizar la superficie de su hoja para reducir la tasa de pérdida de calor. Muchos también tienen cabello denso o una tetina gruesa para reducir aún más la pérdida de calor.
Ajuste de la planta a altas concentraciones de sal
Las altas concentraciones de sal son otro desafío para las plantas que viven en áreas costeras o en suelos salados. Algunas plantas que se conocen como halófitos han desarrollado mecanismos para lidiar con este problema.
Ajustes fisiológicos
Los halófitos adaptan su fisiología para contrarrestar la presión negativa de las altas concentraciones de sal en sus células. Lo hacen almacenando altas concentraciones de sal en células o telas especiales, que luego se descartan (como con las glándulas salinas) o en su toxicidad por modificación química.
Ajustes morfológicos
Algunas plantas también han desarrollado ajustes morfológicos para evitar que el agua salada se transporte en sus células. Estos incluyen la presencia de cabello denso o caspa en la superficie de la planta y la cutticula gruesa.
Adaptación de la planta a alta intensidad de luz
Las plantas en regiones con alta luz solar, como áreas alpinas o desiertos, tienen que enfrentar el problema de la alta intensidad de la luz.
Protección contra daños a la luz
Algunas plantas, como las plantas de derivación en áreas alpinas, han desarrollado hojas más gruesas para evitar la fotosíntesis excesiva y reducir el riesgo de daño a la luz. Otras plantas, como las suculentas en las áreas del desierto, por otro lado, tienen hojas delgadas para reducir la transpiración (emisiones de agua a través de las hojas). Las plantas también pueden producir pigmentos como protección contra la luz solar excesiva.
conclusión
Ya sea que se trate de sequía, frío, sal o luz, las plantas son increíbles y siempre encuentran formas de tener éxito en los entornos extremos en los que viven. Su capacidad para adaptarse a condiciones tan desafiantes alberga muchas lecciones para nosotros, especialmente con respecto al cambio climático y sus efectos en la agricultura. Por lo tanto, es importante examinar y comprender más a fondo los mecanismos de adaptación de las plantas para desarrollar soluciones sostenibles para el futuro.