Nutrición saludable para personas mayores
Una dieta equilibrada es importante, independientemente de la edad. Los requerimientos de nutrientes varían de persona a persona. Un estilo de vida correcto y unos buenos hábitos nutricionales garantizan que las dolencias se mantengan a raya y favorecen una recuperación más rápida. Debe llevar una dieta equilibrada y baja en calorías y aun así cubrir sus necesidades energéticas de acuerdo con sus niveles de actividad a medida que envejece. Algunos nutrientes esenciales para las personas mayores son: • Calcio: Fortalece los huesos y previene la osteoporosis. Las fuentes de calcio incluyen salmón enlatado, queso, leche baja en grasa, yogur, vegetales verdes, tofu, etc. • Vitamina C: Ayuda a la absorción del hierro de fuentes vegetales. Las fuentes son bayas,...

Nutrición saludable para personas mayores
Una dieta equilibrada es importante, independientemente de la edad. Los requerimientos de nutrientes varían de persona a persona. Un estilo de vida correcto y unos buenos hábitos nutricionales garantizan que las dolencias se mantengan a raya y favorecen una recuperación más rápida.
Debe llevar una dieta equilibrada y baja en calorías y aun así cubrir sus necesidades energéticas de acuerdo con sus niveles de actividad a medida que envejece.
Algunos nutrientes esenciales para las personas mayores incluyen:
• Calcio: Fortalece los huesos y previene la osteoporosis. Las fuentes de calcio incluyen salmón enlatado, queso, leche baja en grasa, yogur, vegetales verdes, tofu, etc.
• Vitamina C: Ayuda a la absorción del hierro de fuentes vegetales. Las fuentes incluyen bayas, melones, frutas cítricas, pimientos verdes y tomates.
• Potasio: Mantiene la presión arterial óptima, apoya la función de los músculos y nervios y mantiene los niveles de líquidos necesarios. Las fuentes de potasio incluyen plátanos, tomates, naranjas, coliflor, espinacas, repollo, berenjenas, atún, etc.
• Vitamina B12: Es vital e importante para la formación de glóbulos rojos. Las fuentes incluyen hígado, carne de res, cordero, cerdo, pescado, queso, leche, yogur y huevos.
• Magnesio: Fortalece la inmunidad, apoya el buen funcionamiento del corazón, los nervios y los músculos. Las fuentes incluyen nueces, plátanos, almendras, semillas de calabaza, espinacas, frijoles blancos y pasta de tomate.
• Vitamina A: Es importante para el crecimiento de los tejidos, aumentando la inmunidad y manteniendo la visión. Las fuentes incluyen batatas, zanahorias, espinacas y calabazas de invierno.
• Vitamina D: Favorece la absorción de calcio y la salud ósea. La exposición al sol durante unos 20 a 30 minutos dos o tres veces por semana y alimentos como la leche y los cereales fortificados son fuentes de vitamina D.
• Vitamina E: Esta vitamina protege contra el daño celular. Las fuentes incluyen salsa de tomate, mantequilla de maní y semillas de girasol.
• Fibra: Este nutriente favorece las deposiciones y previene enfermedades intestinales.