¿Pagar impuestos a los alimentos grasos para recibir atención médica? Una propuesta modesta: pros y contras

¿Pagar impuestos a los alimentos grasos para recibir atención médica? Una propuesta modesta: pros y contras

La obesidad, que contribuye a diversos problemas de salud como cáncer, derrames cerebrales, diabetes y presión arterial alta, se ha convertido en una epidemia que afecta a casi la mitad de la población estadounidense. El número de personas con sobrepeso se ha duplicado desde 1985, lo que ha provocado un aumento del 30% en las primas de atención sanitaria. El costo financiero general de la obesidad es mayor que el del alcoholismo o el tabaquismo. Se estima que el costo anual del tratamiento de los problemas de salud relacionados con la obesidad supera los 100 mil millones de dólares. No se logrará reducir los costos de atención médica con el tiempo si se ignora la obesidad.

¿Por qué más impuestos?

Dos razones; El primero y más obvio es recaudar parte del dinero para lo que se propone como atención médica universal, una cuestión que trae consigo un debate aparte. La segunda razón, y probablemente la más importante, es crear conciencia sobre lo que comemos y cómo afecta a nuestro cuerpo. El público estadounidense no sabe nada sobre nutrición.

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Ha habido docenas de propuestas de impuestos para la "comida pecaminosa", que van desde un centavo por lata de refrescos hasta el 10% en todos los artículos de comida rápida. Probablemente necesite ser más completo. Es probable que los alimentos envasados ​​con alto contenido de azúcar y almidón contribuyan al problema tanto como toda la industria de la comida rápida. Bien podría ser una escala móvil para todos los alimentos excepto los productos frescos, basada en gramos de grasas y azúcares por 100 gramos o por porción.

¿Cuál es la tasa impositiva?

El Departamento de Agricultura ha sugerido que para cambiar la forma en que la gente come, los impuestos sobre los “alimentos pecaminosos” podrían necesitar ser al menos del 10% al 30% del costo de los alimentos. Se estima que un impuesto federal del 10% sobre los alimentos que engordan recaudaría 530 mil millones de dólares en 10 años. También debería haber un programa de subsidios fiscales para fomentar la compra de alimentos saludables como frutas y verduras frescas. Por supuesto, esto reduciría un poco los ingresos brutos.

Respuesta de la oposición

La mayoría de nosotros, incluido yo, estamos en contra de más impuestos, pero hay otras objeciones a ese impuesto. Éstos son algunos de los más comunes.

• Ich bin nicht fett und ich möchte nicht für jemanden bezahlen, der es ist und ich mag meine Limonaden und Dorritos. Sie können immer noch essen, was Sie wollen. Das Bezahlen von 1,10 USD für eine 99-Cent-Tüte Dorritos ist möglicherweise die günstigste Möglichkeit, dieses Problem zu beheben. Aufgrund des Ausmaßes dieses sozialen Problems ist es unvermeidlich, dass es Sie in keiner Weise kostet.
• Die Regierung muss aufhören zu versuchen, unser Verhalten zu regeln und unsere Taschen zu stehlen. Sorry Freund … zu spät. In einer so komplexen und allgemein prosperierenden Gesellschaft wirkt sich alles, was wir auf eine kleine Weise tun, auf alle anderen aus. „Kein Mensch ist eine Insel.“ Die einzige Möglichkeit für die Regierung, etwas nicht zu tun, besteht darin, die Idee einer universellen Gesundheitsversorgung vollständig fallen zu lassen. Wie gut ist Ihre Vorstellungskraft dafür?
• Es ist eine regressive Steuer, die die Armen unfair betrifft. Dies scheint auf den ersten Blick wahr zu sein. Menschen mit niedrigem Einkommen essen viel Stärke und Fast Food, um ihren Lebensmitteldollar zu erhöhen. Wie bereits erwähnt, sollte für die Auswahl gesunder Lebensmittel eine Steuerbeihilfe gewährt werden. Ein größerer Teil des öffentlichen Gesundheitsdollars muss für die Aufklärung und das Bewusstsein für Ernährung verwendet werden. Mit den richtigen Informationen und ein wenig Unterstützung können Menschen mit niedrigem Einkommen sich gesund ernähren.

Uno de los fallos a la hora de abordar una cuestión de salud nacional es evitar políticamente la rendición de cuentas y la responsabilidad personal. Nos hemos dejado llevar por la confianza en el gobierno, una situación que es difícil de revertir, y el gobierno parece valorar su papel. La responsabilidad personal es la solución definitiva; Hasta entonces, todos pagarán de una forma u otra.