Los productos químicos comunes de limpieza en seco están relacionados con un riesgo 500% mayor de enfermedad de Parkinson
El tricloroetileno (TCE) es una sustancia química que se utiliza en muchas industrias, incluidas las aplicaciones militares. Es un contaminante y disolvente industrial conocido por sus propiedades desengrasantes y su eficacia en la limpieza en seco de manchas. Aunque el uso del TCE está disminuyendo, todavía se utiliza ampliamente en diversos procesos industriales. Preocupa la fuerte contaminación por TCE. La sustancia química se ha filtrado en la mitad de los sitios Superfund más tóxicos identificados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Las bases militares como Camp Lejeune, en particular, sufren esta contaminación. Dada la ubicuidad del TCE, es de gran...
Los productos químicos comunes de limpieza en seco están relacionados con un riesgo 500% mayor de enfermedad de Parkinson
El tricloroetileno (TCE) es una sustancia química que se utiliza en muchas industrias, incluidas las aplicaciones militares. Es un contaminante y disolvente industrial conocido por sus propiedades desengrasantes y su eficacia en la limpieza en seco de manchas. Aunque el uso del TCE está disminuyendo, todavía se utiliza ampliamente en diversos procesos industriales. Preocupa la fuerte contaminación por TCE. La sustancia química se ha filtrado en la mitad de los sitios Superfund más tóxicos identificados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Las bases militares como Camp Lejeune, en particular, sufren esta contaminación. Dada la ubicuidad del TCE, es de gran importancia comprender mejor sus implicaciones para la salud pública.
En un descubrimiento inquietante, se ha realizado un número creciente de estudios científicos que vinculan el TCE con la enfermedad de Parkinson. Esta enfermedad degenerativa del sistema nervioso ha aumentado a un ritmo alarmante en todo el mundo. El hecho de que el TCE se utilice ampliamente en industrias como la limpieza en seco y el desengrasado de metales hace que esta conexión sea particularmente preocupante.
Desde hace algún tiempo se sospecha una posible conexión entre el TCE y el Parkinson. Estudios recientes han dado considerable crédito a esta conexión. Los estudios en animales han demostrado que el TCE puede penetrar el cerebro y causar un daño significativo a las mitocondrias, las centrales eléctricas de las células. Las dosis altas de TCE pueden incluso causar una pérdida selectiva de neuronas productoras de dopamina, que es un sello distintivo de la enfermedad de Parkinson.
El riesgo de exposición al TCE no se limita al contacto ocupacional. La sustancia química puede entrar en nuestras vidas a través del aire interior y exterior, así como a través de aguas subterráneas contaminadas. Hay estudios de casos que ilustran el peligro potencial. Por ejemplo, a un ex jugador de la NBA le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson a los 36 años, probablemente debido a la exposición infantil al TCE mientras su padre estaba destinado en Camp Lejeune. De manera similar, un capitán de la Marina desarrolló la enfermedad de Parkinson 30 años después de la exposición al agua contaminada con TCE en Camp Lejeune. Estas historias muestran lo difícil que puede ser