Los efectos alarmantes del estrés crónico: 75-90% de las visitas al médico debido a las quejas y la muerte relacionadas con el estrés como posibles consecuencias

Los efectos alarmantes del estrés crónico: 75-90% de las visitas al médico debido a las quejas y la muerte relacionadas con el estrés como posibles consecuencias

Los efectos del estrés crónico en el cerebro

Las estadísticas actuales han hecho una alarma dentro de la comunidad de salud global. Es preocupante que el 75-90% de todas las visitas al médico se deban a síntomas relacionados con el estrés. Además, el estrés crónico se asoció con las seis causas principales de muerte: enfermedades cardíacas, cáncer, enfermedades pulmonares, accidentes, cirrosis del hígado y suicidio. Nunca antes ha sido tan importante comprender los profundos efectos del estrés en nuestro cerebro, una conexión que se basa en nuestra reacción evolutiva a las amenazas. Sin embargo, si esta reacción natural se vuelve crónica, el cerebro sufre y ocurre el daño permanente.

El cerebro, el centro de control primario de nuestro cuerpo, es susceptible a los efectos negativos del estrés. Aunque el estrés es parte de la vida y sirve como una "reacción de lucha o escape" para las amenazas percibidas, el estrés crónico puede tener consecuencias devastadoras. La activación de nuestro cerebro en el "centro de ansiedad", la amígdala, conduce a una cascada de eventos, desde la producción de la hormona cortisol del estrés hasta aumentar la concentración de glucosa y la frecuencia cardíaca. Si bien estas son reacciones naturales a las amenazas actuales, las activaciones crónicas de estos caminos pueden tener graves consecuencias.

Si la amígdala está bajo la influencia del estrés crónico, permanece activo. Este compromiso continuo lleva a un aumento persistente de los niveles de cortisol, lo que a su vez conduce a problemas digestivos, trastornos del sueño y un sistema inmune debilitado. Además, el estrés persistente reduce la energía que está disponible para otras regiones del cerebro y afecta su función adecuada.

Uno de los efectos más llamativos del estrés crónico en el cerebro es el deterioro de la memoria. Bajo estrés, incluso los desafíos banales, como encontrar claves reubicadas, pueden convertirse en tareas insuperables. El Dr. Kerry Ressler, asistente de investigación senior del Hospital McLean y profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard, señala: "El cerebro redirige sus recursos porque está en modo de supervivencia y no en modo de memoria". Además, el estrés crónico puede causar cambios en la estructura del cerebro. El equilibrio entre la sustancia gris y blanca, los componentes decisivos de nuestro cerebro, que son responsables de la toma de decisiones, la resolución de problemas y la comunicación de la información.

El estrés libremente tiene el potencial de matar células cerebrales, especialmente en el hipocampo, una región que está involucrada en la formación de memoria. A pesar de la capacidad de nuestro cerebro para producir nuevas neuronas, los estudios muestran que estas células recién formadas son más susceptibles a la muerte en condiciones estresantes. Además, las áreas del cerebro asociadas con emociones, metabolismo y memoria pueden reducirse debido al estrés crónico.

Pero no todo está oscuro. El estrés moderado puede fortalecer la función cognitiva, consolidar las conexiones neuronales y mejorar la memoria y la capacidad de atención. Estos efectos explican por qué algunas personas tienen éxito bajo presión.

Un estudio innovador realizado por el Departamento de Ciencias del Cerebro y Cognitivo en el DGIST ha presentado evidencia sorprendente: el estrés crónico desencadena una reacción de tierra celular autofágica en las células madre neurales del hipocampo. La autofagia, un proceso celular de auto -digestión y reciclaje, puede conducir a la autodestrucción de células bajo ciertas condiciones. El equipo del profesor Seong-Woon Yu ha descubierto que la muerte celular relacionada con el estrés en el hipocampo tiene lugar a través de este mecanismo autofágico. Esto arroja una luz ligera sobre la clara conexión entre el estrés y los defectos cognitivos, los trastornos del estado de ánimo e incluso las enfermedades neurodegenerativas como la demencia.

Esencialmente, la ciencia es clara: El estrés causa daño cerebral . Con una mejor comprensión de este fenómeno y sus mecanismos subyacentes, existe la esperanza de que los tratamientos más efectivos para las quejas relacionadas con el estrés, los trastornos mentales y las enfermedades neurodegenerativas se puedan desarrollar en el futuro.

En conclusión, se puede afirmar que el estrés es un aspecto inevitable de la vida, cuya manifestación crónica tiene efectos innegables y graves en el cerebro. El conocimiento de esto puede liderar estrategias personales para reducir sus efectos e informar los esfuerzos científicos futuros que se ocupan del daño cerebral relacionado con el estrés.