Relación
Guy DE, Vandersluis A, Klotz LH, et al. El gasto energético total y la actividad física de alta intensidad se asocian con una menor probabilidad de reclasificación en los hombres bajo seguimiento activo. (Enlace eliminado). 2018;21(2):187-195.
Borrador
Estudio comparativo retrospectivo.
Objetivo
Examinar la asociación entre la actividad física vigorosa y la progresión de la enfermedad en hombres bajo vigilancia activa del cáncer de próstata.
Partícipe
Este estudio combina datos de 2 cohortes de hombres. Un grupo fue reclutado del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook en Canadá (SHSC) y el segundo grupo fue reclutado del Hospital Royal Marsden en el Reino Unido (RMH). El grupo SHSC estuvo formado por 131 hombres con riesgo favorable de cáncer de próstata y el grupo RMH estuvo formado por 112 hombres con riesgo favorable similar de cáncer de próstata.
Estos 2 grupos se dividieron en 2 subgrupos: a) los que recibieron vigilancia activa y b) los que inicialmente fueron tratados con vigilancia activa pero luego fueron clasificados en enfermedad de mayor riesgo y posteriormente recibieron un tratamiento radical. Aquellos de ambos hospitales cuyo cáncer progresó y fueron cambiados a un tratamiento radical fueron "reclasificados".
Parámetros del estudio evaluados.
La actividad física se registró a través de cuestionarios. La asociación con la actividad física se examinó como una variable de riesgo de reclasificación del estado de seguimiento a tratamiento. También se analizaron covariables demográficas y de estilo de vida para evaluar posibles factores de confusión y modificación del efecto del entrenamiento.
Ideas clave
La actividad física total (ejercicio recreativo más ejercicio relacionado con el trabajo) se asoció inversamente con la probabilidad de reclasificación durante la vigilancia activa (PAGTendencia = 0,027). La tendencia de una asociación inversa observada sólo con el ejercicio recreativo no alcanzó significación estadística (PAGTendencia = 0,30). Los hombres que participaron en actividad física vigorosa semanalmente tuvieron significativamente menos probabilidades de ser reclasificados que los hombres que no lo hicieron (odds ratio [OR]: 0,42; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,20-0,85). Estas asociaciones inversas con la exposición general sólo fueron significativas cuando se agregaron los datos de ambas cohortes hospitalarias. Cuando cada cohorte se examinó por separado, las asociaciones eran sólo tendencias fuertes. La actividad física vigorosa y de alta intensidad se asoció significativamente con una reducción en la probabilidad de reclasificación en ambas cohortes.
Implicaciones prácticas
Ahora es cada vez más común que los hombres diagnosticados con cáncer de próstata con bajo riesgo de progresión retrasen los tratamientos radicales (radiación o cirugía) y simplemente esperen y vean si la enfermedad progresa, una estrategia conocida como vigilancia activa.1Este estudio es el primero en examinar los beneficios del ejercicio para hombres con cáncer de próstata que están bajo vigilancia activa, y los resultados sugieren que se beneficiarán del ejercicio. El cáncer de próstata a menudo desafía nuestras conjeturas sobre lo que beneficiará o no, por lo que preferimos no hacer suposiciones basadas en otros cánceres.
Lo fundamental que quiero que estos pacientes escuchen y recuerden es que los hombres que hacen ejercicio vigoroso todas las semanas tienen un riesgo 58% menor de progresión de la enfermedad que los hombres que no lo hacen.
Según este estudio, deberíamos alentar a los hombres a hacer ejercicio bajo supervisión activa, y estos resultados sugieren que el ejercicio intenso proporciona mayores beneficios.
Se han propuesto varios mecanismos para explicar los efectos del ejercicio sobre la progresión del cáncer de próstata.2El aumento de la actividad física reduce la disponibilidad de andrógenos y factores de crecimiento similares a la insulina.3.4Estas hormonas estimulan los receptores de andrógenos en las células tumorales de próstata, lo que desencadena la proliferación celular y la progresión del cáncer.5También hay evidencia de que la actividad física reduce la cantidad de receptores de andrógenos presentes en las células tumorales.6
Este no fue un estudio perfecto. Fue retrospectivo y se basó en los recuerdos de los pacientes en cuanto a la intensidad, duración y frecuencia del ejercicio. También se basa en los recuerdos de los pacientes para tener en cuenta posibles factores de confusión, en particular otros factores del estilo de vida, como el tabaquismo o la dieta, que podrían influir en el riesgo. Sin embargo, hasta que sean refutados por estudios más amplios y realizados con más cuidado, estos son nuestros únicos datos que abordan específicamente el riesgo de actividad física y progresión del cáncer de próstata en la población en vigilancia activa.
Lo fundamental que quiero que estos pacientes escuchen y recuerden es que los hombres que hacen ejercicio vigoroso todas las semanas tienen un riesgo 58% menor de progresión de la enfermedad que los hombres que no lo hacen. Redondeando estos números por conveniencia, se podría decir: "El ejercicio reduce el riesgo de progresión de la enfermedad a más de la mitad".
