Relación
Asmat S, Shaukat F, Asmat R, Bakhat HFSG, Asmat TM. Comparación de eficacia clínica deSaccharomyces boulardiiy ácido láctico como probióticos para la diarrea pediátrica aguda.J Coll Doctors Surg Pak. 2018;28(3):214-217.
Objetivo
Comparar la efectividad de la rehidratación oral y el tratamiento con antibióticos más la adición de ambosSaccharomyces boulardiio probióticos productores de ácido láctico para el tratamiento de la diarrea pediátrica aguda.
Borrador
Ensayo aleatorizado
Partícipe
El estudio incluyó a niños (N=200) de edades comprendidas entre 6 meses y 5 años que fueron hospitalizados por diarrea aguda (3 o más deposiciones blandas y acuosas por día) que duró menos de 14 días. Se excluyó de participar en el estudio a los niños que ya habían sido tratados con probióticos o antibióticos o que padecían inmunodeficiencia, desnutrición o deshidratación grave.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a 2 grupos: el grupo A (n = 100; 61 de 6 meses a 3 años y 39 de 4 a 5 años; 48 niños y 52 niñas) recibieron Saccaromyces boulardiimientras que el grupo B (n = 100; 62 de 6 meses a 3 años y 38 de 4 a 5 años; 57 niños y 43 niñas) recibieron probióticos productores de ácido láctico.
intervención
El grupo A recibió una dosis oral deSaccharomyces boulardii150 mg (para edades de 6 meses a 1 año) o 250 mg (para edades de 2 a 5 años), divididos en 2 tomas y administrados en 20 ml de agua, dos veces al día durante 5 días.
El grupo B recibió una dosis oral de probióticos productores de ácido láctico, 150 mg (para edades de 6 meses a 1 año) o 250 mg (para edades de 2 a 5 años), divididos en 2 dosis y administrados en 20 ml de agua dos veces al día durante 5 días.
Todos los participantes fueron tratados con antibióticos de ceftriaxona intravenosa y rehidratación oral.
Parámetros del estudio evaluados.
Inicialmente se realizó hemograma completo, análisis de orina y exploración física. A lo largo del estudio se recopilaron datos sobre la frecuencia y consistencia de las deposiciones por día.
Medidas de resultado primarias
Resolución de la diarrea aguda (menos de 3 deposiciones blandas y acuosas por día).
Ideas clave
Hubo una diferencia estadísticamente significativa en el efecto del tratamiento entre los grupos A y B. En el grupo A, 45 participantes fueron tratados eficazmenteSaccharomyces boulardii; en el grupo B, 26 participantes fueron tratados eficazmente con probióticos productores de ácido láctico (PAG=0,004). En otras palabras, el 45% de los participantes tomóSaccharomyces boulardii(Grupo A) tuvieron resolución de la diarrea aguda, en comparación con sólo el 26% de los que tomaron probióticos productores de ácido láctico (Grupo B).
La estratificación por duración del tratamiento mostró que entre 1 y 7 días después de iniciar el tratamiento, 21 participantes del Grupo A y 15 participantes del Grupo B tuvieron resolución de la diarrea aguda (PAG=0,34), que no fue estadísticamente significativa. Sin embargo, dentro de los 7 a 13 días posteriores al inicio del tratamiento, la resolución de la diarrea aguda ocurrió en 24 participantes del Grupo A y 11 participantes del Grupo B, lo cual fue estadísticamente significativo (PAG=0,001).
Implicaciones prácticas
La diarrea en los niños es una crisis de salud pública mundial. La diarrea es la segunda causa de muerte infantil en todo el mundo y se cobra la vida de entre 1,5 y 2 millones de niños menores de 5 años cada año. Los niños de zonas de recursos limitados en todo el mundo tienen un promedio de tres episodios de enfermedades diarreicas por año; Los bebés experimentan un promedio de 6 episodios por año.1
Un creciente conjunto de evidencia sugiere que los probióticos pueden ser útiles como terapia complementaria para la diarrea pediátrica aguda. Los resultados del presente estudio respaldan las conclusiones de una revisión sistemática integral y un metanálisis realizados en 2014 por Feizizadeh et al. fue publicado. La revisión, que analizó 22 ensayos clínicos, concluyó queSaccharomyces boulardiiutilizado como terapia complementaria, reduce la duración de la diarrea pediátrica aguda.2Una revisión sistemática y un metanálisis de 2015 realizado por Ahmadi et al., que analizó 14 artículos, concluyó que la duración de la diarrea aguda por rotavirus en niños se redujo con la administración deLactobacillus rhamnosusGG y otros probióticos en comparación con el control.3
En el futuro, la práctica clínica puede estar más guiada por investigaciones centradas en qué cepas y en qué dosis son más clínicamente efectivas.
Muchos de los estudios realizados hasta la fecha han sido estudios controlados con placebo y no comparaciones directas de diferentes probióticos. Ahora podemos suponer que los probióticos son más eficaces que el placebo en el tratamiento de la diarrea pediátrica. En el futuro, la práctica clínica puede estar más guiada por investigaciones centradas en qué cepas y en qué dosis son más clínicamente efectivas.
En el presente estudio de Asmat et al.Saccharomyces boulardiifue eficaz en más pacientes que los probióticos productores de ácido láctico para el tratamiento de la diarrea pediátrica aguda, y el 45% tuvo una reducción de la diarrea en comparación con el 26%. El presente estudio confirma los resultados de un estudio de Eren et al. del año 2010, en el que se hizo la comparaciónSaccharomyces boulardiiincluido en el yogurLactobacillus bulgaricusyS termófiloscomo tratamiento complementario para la diarrea pediátrica aguda. El día 3 del estudio, el 48,5% de los participantes recibieron tratamiento conjunto.Saccharomyces boulardiituvo resolución de la diarrea en comparación con el 25,5% de los tratadosLactobacillus bulgaricusyS termófilos.4Ambos estudios apoyan la idea de queSaccharomyces boulardiidebe considerarse como el probiótico de primera línea para el tratamiento complementario de la diarrea aguda.
En el presente estudio, fue intrigante encontrar que la respuesta al tratamiento fue comparable entre los dos grupos en los primeros 7 días (21% vs. 15%). No hubo diferencias significativas hasta los días 7 a 13, cuando un 24% adicional de los participantes en el grupo A tuvieron resolución de la diarrea, versus sólo el 11% en el grupo B. Esto implica que el tratamiento con probióticos y en particularSaccharomyces boulardiidebe considerarse durante al menos 2 semanas después de la aparición de los síntomas diarreicos agudos para lograr el beneficio terapéutico potencial.
Aunque no se examinó en este estudio, sería interesante ver si los participantes de ambos grupos que recibieron 2 semanas de tratamiento con rehidratación oral, antibióticos y probióticos (que representan el 55% de losSaccharomyces boulardii(grupo A tratado y el 74% del grupo B) habrían respondido a un tratamiento más prolongado, dosis más altas o una mezcla más diversa de cepas probióticas.
Dado el impacto de las enfermedades diarreicas en la salud pública, particularmente en países con recursos limitados, y los millones de niños que mueren anualmente, los resultados positivos de los estudios sobre la terapia probiótica deberían impulsar más investigaciones para demostrar su efectividad.Saccharomyces boulardiiyLactobacillus rhamnosusGG y otras variedades prometedoras. Además, la combinación de cepas con beneficios conocidos para la diarrea aguda puede aumentar la eficacia y proporcionar una forma más infalible de lograr la mayor tasa de respuesta al tratamiento.
El presente estudio tuvo algunas áreas de preocupación que justifican cautela al interpretar los resultados. La metodología no especificó los productos probióticos exactos utilizados en el estudio, quién los suministró, cómo se almacenaron, si se analizó su viabilidad o la cantidad de unidades formadoras de colonias incluidas en cada dosis. Además, la única descripción que tenemos para el producto utilizado por los participantes del Grupo B es "probióticos productores de ácido láctico" y no ninguna cepa de bacteria específica.
Otro área de preocupación fue la Tabla II, que presenta los resultados de la estratificación basada en la edad. Las cifras de eficacia del Grupo B en la Tabla II no se sumaron correctamente con los datos de eficacia presentados en la Tabla I y, por lo tanto, no pudieron interpretarse como precisas; en consecuencia, estas cifras no se incluyeron en la sección Hallazgos clave de esta revisión. El error probablemente fue un simple error, pero como no se descubrió en ninguna etapa de desarrollo, revisión por pares o publicación, genera preocupaciones sobre la calidad general del estudio.
También fue interesante la decisión de tratar a todos los participantes con terapia con antibióticos, que conlleva sus propios riesgos (p. ej., diarrea asociada a antibióticos) y no se considera tratamiento de primera línea para las enfermedades diarreicas, que suelen ser de origen viral. Puede haber indicaciones específicas para el uso de antibióticos que no figuran en la publicación y que están relacionadas con el área geográfica en la que se realizó el estudio (Pakistán).1
Finalmente, el diseño del estudio que compara 2 intervenciones probióticas complementarias podría haberse mejorado mediante la adición de un brazo de control con placebo y un brazo de combinación de probióticos.
A pesar de sus deficiencias, el artículo todavía merece consideración dado el creciente conjunto de evidencia que respalda una amplia gama de usos terapéuticos de los probióticos. En el mejor de los casos, los probióticos pueden proporcionar beneficios sintomáticos con un riesgo muy bajo de efectos secundarios, algo que siempre vale la pena intentar.
