Relación
Aglipay M, Birken CS, Parkin PC, et al. Efecto de la suplementación con dosis altas de vitamina D en comparación con la dosis estándar en invierno sobre las infecciones virales del tracto respiratorio superior en niños pequeños sanos.JAMA. 2017;318(3):245-254.
Objetivo
Comparación de la suplementación con dosis altas y dosis estándar de vitamina D en la prevención de infecciones virales del tracto respiratorio superior (URTI) en invierno en niños pequeños
Borrador
Ensayo clínico aleatorizado y doble ciego
Partícipe
Se reclutó a 703 niños sanos (57,7% varones) de entre 1 y 5 años de una red de investigación basada en la práctica en Toronto, Canadá.
intervención
Los participantes recibieron 2000 UI o 400 UI por día de vitamina D suplementaria.
Medidas de resultado primarias
El número de infecciones urinarias virales confirmadas por laboratorio fue el resultado principal del estudio. Los criterios de valoración secundarios incluyeron el número de infecciones por influenza, el número de infecciones no relacionadas con la influenza, las URTI informadas por los pacientes, el tiempo transcurrido hasta la primera URTI y los niveles séricos de vitamina D después de finalizar el estudio.
Ideas clave
No hubo diferencias en el número de URTI confirmadas por laboratorio entre el grupo de dosis alta (1,05; intervalo de confianza [IC] del 95 %: 0,91-1,19) y el grupo de dosis estándar (1,03; IC del 95 %: 0,90-1,16) y no hubo diferencias en las URTI informadas por los padres o el tiempo transcurrido hasta la primera URTI. Al finalizar el estudio, el grupo de dosis alta tenía niveles séricos de vitamina D más altos (48,7 ng/ml; IC del 95 %: 46,9-50,5 ng/ml frente a 36,8 ng/ml; IC del 95 %: 35,4-38,2 ng/ml). La incidencia de influenza fue un 50% menor (tasa de incidencia [TIR]: 0,50; IC del 95%: 0,28-0,89) en el grupo que recibió dosis altas de vitamina D, aunque el número de infecciones por influenza en general fue bajo.
El estudio tuvo una tasa de finalización del 99,4%.
Implicaciones prácticas
Durante la última década, ha habido considerable entusiasmo e interés en torno a los posibles efectos extraesqueléticos de la vitamina D, particularmente en áreas como el cáncer, la salud mental y la función inmune.1Cada vez hay más conciencia sobre la prevalencia de la deficiencia de vitamina D. Los niveles inadecuados de vitamina D pueden deberse a una combinación de factores, como: B. una tendencia hacia una mayor actividad en interiores y preocupaciones sobre los riesgos de la exposición al sol.2
La vitamina D participa en la síntesis de componentes antimicrobianos en el epitelio respiratorio.3y desempeña muchas funciones en la regulación de la inmunidad innata y adaptativa.4Los resultados de estudios observacionales y clínicos sugieren una asociación entre niveles bajos de vitamina D en suero y tasas más altas de infecciones del tracto respiratorio;5.6sin embargo, no todos los resultados fueron consistentes. Un metanálisis de 2017 de 25 ensayos clínicos aleatorios (ECA) realizados en bebés, niños y adultos encontró que la suplementación con vitamina D reducía el riesgo de infecciones respiratorias agudas sin aumentar el riesgo de eventos adversos.7Sin embargo, un metanálisis de 2015 concluyó que la suplementación con vitamina D no tuvo ningún efecto sobre el riesgo de infecciones respiratorias agudas en poblaciones pediátricas.8
No se informaron efectos secundarios en este estudio y los niveles séricos de vitamina D de los participantes en el grupo de dosis altas de vitamina D se mantuvieron dentro de un rango seguro.
Este artículo describe los resultados de un ensayo aleatorizado controlado con placebo que comparó la suplementación con dosis altas y dosis estándar de vitamina D para la prevención de infecciones urinarias virales en niños mediante confirmación de infección por laboratorio. Este estudio no mostró ningún impacto en el criterio de valoración principal: la incidencia de URTI virales confirmadas por laboratorio. Se encontró una reducción estadísticamente significativa en la incidencia de infecciones por influenza; Sin embargo, estos sólo representaron una pequeña parte del número total de infecciones. Los autores señalaron que se justifica realizar más estudios en una población o temporada con mayor prevalencia de influenza antes de sacar conclusiones.
Hay varias explicaciones posibles para la falta de efecto observado en este estudio. En primer lugar, la dosis estándar de vitamina D puede haber proporcionado suficiente protección contra las URTI, evitando la discriminación entre las dos dosis. La junta de ética de la investigación involucrada en este estudio prohibió el uso de placebo según las recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría.
En segundo lugar, la vitamina D puede proporcionar más beneficios en una población con niveles séricos de vitamina D más bajos. Se ha informado que la suplementación con vitamina D que alcanza un nivel sérico de 30 ng/ml es suficiente para reducir la incidencia de URTI en adultos sanos.9Al inicio del estudio, tanto el grupo de dosis alta como el de dosis estándar tenían niveles séricos medios de vitamina D superiores a 30 ng/ml (media [DE] = 35,9 ng/ml [12,3] y 36,9 ng/ml [11,7], respectivamente). Alrededor del 60% de los participantes tomaban vitamina D regularmente antes del inicio del estudio, y alrededor del 67% eran de ascendencia europea, un factor que se sabe que influye positivamente en la síntesis endógena de vitamina D.10El nivel inicial de vitamina D y la falta de una comparación con placebo pueden haber oscurecido cualquier beneficio acumulado para los participantes del estudio.
Una tercera explicación de la falta de efecto es el tamaño de la muestra del estudio. El tamaño de la muestra de 300 niños se determinó basándose en un cálculo de potencia que asumió un promedio de 4 URTI confirmadas por laboratorio por temporada de invierno de 4 meses. Sin embargo, ambos grupos en este estudio tuvieron, en promedio, solo una URTI por niño por temporada (grupo de dosis estándar, 1,03; grupo de dosis alta, 1,05), y la mayoría de los niños no experimentaron infecciones durante el período de estudio. Esta pequeña cantidad de infecciones puede haber limitado la capacidad de detectar una respuesta estadísticamente significativa.
Los autores reconocen que ciertas subpoblaciones de niños pueden tener más probabilidades de beneficiarse de la suplementación con vitamina D y señalan que los niveles bajos de vitamina D se han asociado con el riesgo de exacerbaciones del asma.11un factor de riesgo conocido para las URTI.12Como resultado, es más probable que los pacientes con asma se beneficien de la suplementación con vitamina D.
No se informaron efectos secundarios en este estudio y los niveles séricos de vitamina D de los participantes en el grupo de dosis altas de vitamina D se mantuvieron dentro de un rango seguro. Esto sugiere que el régimen de suplementación en dosis altas fue seguro en esta población pediátrica.
En general, estos resultados no respaldan el uso rutinario de suplementos de vitamina D en dosis altas en la población pediátrica general. Dado que las dosis altas de vitamina D son seguras y tienen el potencial de reducir la incidencia de la influenza, parece razonable considerar dosis más altas. Además, este estudio destaca la importancia de garantizar que las poblaciones pediátricas cumplan con las pautas de dosificación estándar para la suplementación con vitamina D.