Cenar temprano y acostarse tarde puede reducir el riesgo de cáncer

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Referencia Kogevinas M, Espinosa A, Castelló A, et al. Efecto de los malos hábitos alimentarios sobre el riesgo de cáncer de mama y próstata (estudio MCC-Spain) [publicado online antes de su impresión el 17 de julio de 2018]. Int J Cáncer. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/ijc.31649. Diseño Estudio poblacional de casos y controles Participantes Los datos provienen de MCC-Spain, un estudio poblacional de casos y controles (MCC) realizado en 12 regiones de España entre 2008 y 2013. El estudio más amplio de MCC incluye casos de 5 tipos de tumores y controles de población. Este subanálisis incluyó datos de hombres y mujeres de 20 a 85 años con casos confirmados histológicamente de cáncer de mama (1.738 mujeres) y cáncer de próstata (1.112 hombres). Después de excluir a las personas que alguna vez habían trabajado en turnos de noche...

Bezug Kogevinas M, Espinosa A, Castelló A, et al. Auswirkung falscher Essgewohnheiten auf das Brust- und Prostatakrebsrisiko (MCC-Spanien-Studie) [published online ahead of print July 17, 2018]. Int J Krebs. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/ijc.31649. Entwurf Populationsbasierte Fall-Kontroll-Studie Teilnehmer Die Daten stammen von MCC-Spain, einer populationsbasierten Multicase-Control-Studie (MCC), die von 2008 bis 2013 in 12 Regionen Spaniens durchgeführt wurde. Die größere MCC-Studie umfasst Fälle von 5 Tumorarten und Populationskontrollen. Diese Subanalyse umfasste Daten von Männern und Frauen im Alter von 20 bis 85 Jahren mit histologisch bestätigten Fällen von Brustkrebs (1.738 Frauen) und Prostatakrebs (1.112 Männer). Nach Ausschluss von Personen, die jemals Nachtschichten gearbeitet hatten, …
Referencia Kogevinas M, Espinosa A, Castelló A, et al. Efecto de los malos hábitos alimentarios sobre el riesgo de cáncer de mama y próstata (estudio MCC-Spain) [publicado online antes de su impresión el 17 de julio de 2018]. Int J Cáncer. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/ijc.31649. Diseño Estudio poblacional de casos y controles Participantes Los datos provienen de MCC-Spain, un estudio poblacional de casos y controles (MCC) realizado en 12 regiones de España entre 2008 y 2013. El estudio más amplio de MCC incluye casos de 5 tipos de tumores y controles de población. Este subanálisis incluyó datos de hombres y mujeres de 20 a 85 años con casos confirmados histológicamente de cáncer de mama (1.738 mujeres) y cáncer de próstata (1.112 hombres). Después de excluir a las personas que alguna vez habían trabajado en turnos de noche...

Cenar temprano y acostarse tarde puede reducir el riesgo de cáncer

Relación

Kogevinas M, Espinosa A, Castelló A, et al. Efecto de los malos hábitos alimentarios sobre el riesgo de cáncer de mama y próstata (estudio MCC-Spain) [publicado online antes de su impresión el 17 de julio de 2018].Cáncer Internacional J. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/ijc.31649.

Borrador

Estudio de casos y controles de base poblacional.

Partícipe

Los datos proceden de MCC-Spain, un estudio poblacional de controles múltiples (MCC) realizado en 12 regiones de España entre 2008 y 2013. El estudio MCC más amplio incluye casos de 5 tipos de tumores y controles de población. Este subanálisis incluyó datos de hombres y mujeres de 20 a 85 años con casos confirmados histológicamente de cáncer de mama (1.738 mujeres) y cáncer de próstata (1.112 hombres). Después de excluir a las personas que alguna vez habían trabajado en turnos nocturnos, el análisis final incluyó 621 casos de cáncer de próstata y 1.205 casos de cáncer de mama. Los controles de población incluyeron 872 hombres y 1.321 mujeres seleccionados al azar de centros de salud primaria y frecuentemente emparejados por género, área geográfica y edad.

Parámetros del estudio evaluados.

Los participantes fueron encuestados sobre el horario de las comidas, el sueño, el cronotipo y completaron un cuestionario de frecuencia de alimentos.

Parámetros objetivo

Aparición de cáncer de próstata o de mama.

Ideas clave

En comparación con los participantes que se fueron a dormir inmediatamente o poco después de la cena, los participantes que retrasaron el sueño durante 2 o más horas después de la cena tuvieron un riesgo 20% menor de cáncer de mama y de próstata combinados (odds ratio ajustado [OR]: 0,80; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,67-0,96) y de cada cáncer por separado (cáncer de próstata OR: 0,74; IC del 95%: 0,55-0,99 y cáncer de mama OR: 0,84; IC 95%: 0,67-1,06). Se observó una asociación similar en los participantes que cenaron antes de las 9:00 p. m. en comparación con aquellos que cenaron después de las 10:00 p.m.

El efecto de un intervalo más largo entre la cena y el sueño fue más pronunciado en aquellos que cumplieron con otras recomendaciones de prevención del cáncer (OR [ambos cánceres]: 0,65; IC del 95 %: 0,44-0,97) y en los tipos matutinos (OR [ambos cánceres]: 0,66; IC del 95 %: 0,49-0,90). Aquellos que cenaron más temprano (antes de las 9:00 p. m.) y un intervalo más largo entre la cena y el sueño (≥2 horas) tuvieron un riesgo combinado de cáncer aproximadamente un 25 % menor en comparación con estos (OR: 0,76; IC del 95 %: 0,57-1,0). que cenó después de las 10 p.m. y tuvo un intervalo corto entre cena y sueño (<2 horas).

En resumen, el cumplimiento de un patrón de alimentación diario y, en particular, un intervalo prolongado entre la última comida y el sueño se asoció con un menor riesgo de cáncer.

Implicaciones prácticas

En 2007, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) publicó una declaración en la que afirmaba que el trabajo por turnos que altera los ritmos circadianos es probablemente cancerígeno para los seres humanos.1

Además, los datos experimentales y epidemiológicos han relacionado la alteración circadiana crónica con otras enfermedades crónicas, como la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y otras.2-4

Si preguntamos a nuestros pacientes sobre sus hábitos de sueño y descubrimos que se acuestan demasiado temprano después de cenar, animarlos a cambiar ese hábito puede reducir su riesgo de cáncer.

Es evidente que hay algo en los patrones de sueño que afecta la salud. Un estudio de junio de 2018 examinó los efectos de las comidas que no están sincronizadas con el reloj circadiano del cuerpo en los niveles de proteína plasmática a lo largo del día. De 1.129 proteínas analizadas, aproximadamente la mitad (573) fluctuaron en abundancia durante un ciclo circadiano de 24 horas. Los autores concluyeron que la desalineación circadiana altera las vías biológicas de 127 proteínas, vías relacionadas con la función inmune, el metabolismo y el cáncer.5El estudio actualmente bajo revisión sugiere que el horario de las comidas en relación con el sueño también puede tener un efecto.

La mayoría de los estudios sobre la dieta y el cáncer se han centrado en los tipos de alimentos consumidos, ya sean macromoléculas o alimentos específicos que contienen fitonutrientes específicos, en lugar del horario de las comidas. Aun así, un pequeño número de estudios han examinado los hábitos alimentarios. Por ejemplo, un estudio de Marinac et al. en 2016 (revisado en esta revista) encontró que el ayuno prolongado durante la noche se asocia con un menor riesgo de recurrencia del cáncer de mama.6.7

Este estudio actual añade varias ideas nuevas a nuestra comprensión de las relaciones entre el horario de las comidas, el sueño y el cáncer que pueden tener relevancia clínica.

En primer lugar, quedarse dormido inmediatamente después de cenar se asoció con una mayor incidencia de cáncer de mama o de próstata. Un retraso del sueño de sólo 2 horas redujo el riesgo combinado de estos cánceres en un 26% para el cáncer de próstata y un 16% para el cáncer de mama. Si preguntamos a nuestros pacientes sobre sus hábitos de sueño y descubrimos que se acuestan demasiado temprano después de cenar, animarlos a cambiar ese hábito puede reducir su riesgo de cáncer. Podían optar por cenar más temprano o acostarse más tarde. Dados los resultados de Marinac et al. una cena más temprana podría ser más beneficiosa.

En segundo lugar, cenar temprano también redujo el riesgo de cáncer. Hay que recordar que estos datos proceden de España, donde la norma cultural es posponer la cena hasta bien entrada la noche según los estándares americanos. En este estudio, comer antes de las 9 p.m. se asoció con aproximadamente un 35% menos de riesgo de cáncer que comer después de las 10 p.m. No está claro cómo afectará esto a las personas en los Estados Unidos, que normalmente cenan alrededor de las 6 p.m.

La mejor idea es combinar ambas prácticas comiendo temprano y retrasando el sueño unas horas después de comer.

En tercer lugar, la influencia del horario de las comidas varió según ciertas características generales. Los datos fueron analizados más a fondo por el cronotipo de la persona, un concepto que ha estado ganando atención recientemente. Los autores del estudio describen el cronotipo como "un rasgo humano con una base genética que se correlaciona con la preferencia diaria por las actividades matutinas o nocturnas".8

En términos simples, el cronotipo indica si una persona se describe mejor como un “noctámbulo” o un “madrugador”. Los beneficios protectores de los horarios de las comidas y los patrones de sueño fueron mayores para los cronotipos que preferían la actividad matutina; Los tipos matutinos tuvieron una reducción del 34% en el riesgo de cáncer en comparación con solo una reducción del 14% para los tipos nocturnos. El horario de las comidas y el sueño marcó una mayor diferencia para los madrugadores que para los noctámbulos.

Este estudio respalda una serie de conceptos naturopáticos tradicionales, particularmente la alimentación temprana. También sugiere que intervenciones simples y cambios en el estilo de vida pueden tener un impacto significativo en el riesgo de cáncer.

  1. Internationale Agentur für Krebsforschung. IARC Monographs Program findet Krebsgefahren im Zusammenhang mit Schichtarbeit, Malerei und Brandbekämpfung [press release]. https://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2007/pr180.html. Veröffentlicht am 5. Dezember 2007. Zugriff am 26. September 2018,
  2. Scheer FA, Hilton MF, Mantzoros CS, Shea SA. Unerwünschte metabolische und kardiovaskuläre Folgen einer zirkadianen Fehlausrichtung. Proc Natl Acad Sci USA. 2009;106(11):4453-4458.
  3. Machado RM, Koike MK. Zirkadianer Rhythmus, Schlafmuster und metabolische Folgen: ein Überblick über kardiovaskuläre Risikofaktoren. Horm Mol Biol Clin Investig. 2014;18(1):47-52.
  4. Leproult R, Holmbäck U, Van Cauter E. Zirkadiane Fehlausrichtung erhöht Marker für Insulinresistenz und Entzündung, unabhängig von Schlafverlust. Diabetes. 2014;63(6):1860-1869.
  5. Depner CM, Melanson EL, McHill AW, Wright KP. Nahrungsaufnahme und Schlaf zum falschen Zeitpunkt verändern die 24-Stunden-Tageszeitmuster des menschlichen Plasmaproteoms. Proc Natl Acad Sci USA. 2018;115(23):E5390-E5399.
  6. Schor J. Nächtliches Fasten verbessert die Brustkrebsprognose. Zeitschrift für Naturheilkunde. 2016;8(9).
  7. Marinac CR, Nelson SH, Breen CI, et al. Längeres nächtliches Fasten und Brustkrebsprognose. JAMA Onkologie. 2016;2(8):1049-1055.
  8. Roenneberg T, Kuehnle T, Juda M, et al. Epidemiologie der menschlichen zirkadianen Uhr. Sleep Med Rev. 2007;11:429-438.