Dietas ricas en grasas versus dietas altas en carbohidratos y enfermedades cardiovasculares

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Referencia M. Dhghan, A. Mente, X. Zhang et al. Asociaciones de la ingesta de grasas y carbohidratos con enfermedades cardiovasculares y mortalidad en 18 países de los cinco continentes (PURE): un estudio de cohorte prospectivo. Lanceta. 2017;S0140-6736(17):1-13. Objetivo El presente estudio investiga si una dieta rica en grasas o carbohidratos se asocia con un aumento tanto de las enfermedades cardiovasculares (ECV) como de la mortalidad por todas las causas. Diseño Participantes del estudio de cohorte epidemiológica Los participantes incluyeron 135.335 adultos de 35 a 70 años que se inscribieron entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de marzo de 2013 y fueron seguidos durante una mediana de 7,4 años. Dado que el estudio tenía como objetivo incluir poblaciones...

Bezug M. Dhghan, A. Mente, X. Zhang et al. Assoziationen von Fett- und Kohlenhydrataufnahme mit Herz-Kreislauf-Erkrankungen und Sterblichkeit in 18 Ländern aus fünf Kontinenten (PURE): eine prospektive Kohortenstudie. Lanzette. 2017;S0140-6736(17):1-13. Zielsetzung Die vorliegende Studie untersucht, ob eine fettreiche oder kohlenhydratreiche Ernährung mit einem Anstieg sowohl von Herz-Kreislauf-Erkrankungen (CVD) als auch der Gesamtsterblichkeit assoziiert ist. Entwurf Epidemiologische Kohortenstudie Teilnehmer Zu den Teilnehmern gehörten 135.335 Erwachsene im Alter von 35 bis 70 Jahren, die sich zwischen dem 1. Januar 2003 und dem 31. März 2013 einschrieben und über einen Median von 7,4 Jahren beobachtet wurden. Da die Studie darauf abzielte, Bevölkerungsgruppen einzubeziehen, …
Referencia M. Dhghan, A. Mente, X. Zhang et al. Asociaciones de la ingesta de grasas y carbohidratos con enfermedades cardiovasculares y mortalidad en 18 países de los cinco continentes (PURE): un estudio de cohorte prospectivo. Lanceta. 2017;S0140-6736(17):1-13. Objetivo El presente estudio investiga si una dieta rica en grasas o carbohidratos se asocia con un aumento tanto de las enfermedades cardiovasculares (ECV) como de la mortalidad por todas las causas. Diseño Participantes del estudio de cohorte epidemiológica Los participantes incluyeron 135.335 adultos de 35 a 70 años que se inscribieron entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de marzo de 2013 y fueron seguidos durante una mediana de 7,4 años. Dado que el estudio tenía como objetivo incluir poblaciones...

Dietas ricas en grasas versus dietas altas en carbohidratos y enfermedades cardiovasculares

Relación

M. Dhghan, A. Mente, X. Zhang et al. Asociaciones de la ingesta de grasas y carbohidratos con enfermedades cardiovasculares y mortalidad en 18 países de los cinco continentes (PURE): un estudio de cohorte prospectivo.lanceta. 2017;S0140-6736(17):1-13.

Objetivo

El presente estudio examina si una dieta rica en grasas o carbohidratos se asocia con un aumento tanto de las enfermedades cardiovasculares (ECV) como de la mortalidad por todas las causas.

Borrador

Estudio de cohorte epidemiológica

Partícipe

Los participantes incluyeron 135.335 adultos de entre 35 y 70 años que se inscribieron entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de marzo de 2013 y fueron seguidos durante una mediana de 7,4 años. Dado que el estudio tenía como objetivo incluir poblaciones que diferían en dietas tradicionales y factores socioeconómicos, los participantes fueron seleccionados de 18 países (de 5 continentes): Canadá, Suiza, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Colombia, Irán, Malasia, Territorios Palestinos Ocupados, Polonia, Sudáfrica, Turquía, Bangladesh, India, Pakistán y Zimbabwe.

Los autores del estudio excluyeron a los participantes cuya información de seguimiento no estaba disponible o que ya tenían ECV.

Parámetros del estudio evaluados.

Se utilizaron cuestionarios estandarizados para recopilar información sobre factores demográficos, estatus socioeconómico (educación, ingresos y empleo), estilo de vida (tabaquismo, consumo de alcohol y actividad física), historial de salud y uso de medicamentos.

Durante décadas, la comunidad médica convencional ha recomendado que las personas sigan una dieta baja en grasas y alta en carbohidratos para prevenir enfermedades cardiovasculares y la muerte prematura.

La ingesta dietética habitual de los participantes se registró mediante cuestionarios de frecuencia alimentaria (FFQ) validados específicos de cada país o región al inicio del estudio e incluyó múltiples recordatorios dietéticos de 24 horas en 60 a 250 personas de cada país como referencia para los FFQ validados.

Medidas de resultado primarias

Los criterios de valoración principales fueron la mortalidad por todas las causas y los eventos cardiovasculares mayores (ECV mortal, infarto de miocardio no mortal). [IM], accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca). Los resultados secundarios incluyeron todos los infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, mortalidad por ECV y mortalidad no cardiovascular.

Ideas clave

Durante el seguimiento, los investigadores documentaron 5.796 muertes y 4.784 eventos cardiovasculares importantes.

El quintil más alto de ingesta de carbohidratos (>60% del total de calorías) se asoció con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas que el quintil más bajo de ingesta de carbohidratos (cociente de riesgo [HR]: 1,28;PAG=0,0001). La ingesta de carbohidratos no se asoció con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular o mortalidad.

El quintil más alto de ingesta total de grasas (>35% del total de calorías) se correlacionó con un 23% menos de mortalidad por todas las causas en comparación con el quintil más bajo (PAG=0,0001). Además, los tipos individuales de grasas consumidas también se asociaron con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas. Por ejemplo, las dietas que contenían entre un 10% y un 15% de grasas saturadas se correlacionaron con un riesgo 14% menor de mortalidad por todas las causas que aquellas que contenían la menor cantidad de grasas saturadas (PAG=0,0088). También se encontró que las dietas con alto contenido de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas contenían un 20% (PAG=0.0001) y 19% (PAG=0,001) menor riesgo de mortalidad general en comparación con los quintiles de ingesta más bajos.

Los niveles más altos de grasas saturadas se asociaron con un menor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Sin embargo, la ingesta de grasas (totales, saturadas o insaturadas) no se asoció significativamente con el riesgo de infarto de miocardio o mortalidad cardiovascular.

Cuando se reemplazó el 5% de la ingesta calórica de carbohidratos por grasas poliinsaturadas, se observó una reducción del 11% en la mortalidad por todas las causas y una reducción del 16% en el riesgo de mortalidad no cardiovascular. Reemplazar los carbohidratos con grasas saturadas se asoció con un 20% menos de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, mientras que la ingesta de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas no pareció afectar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

Implicaciones prácticas

Las enfermedades cardiovasculares se han convertido en una epidemia mundial. Durante décadas, la comunidad médica convencional ha recomendado que las personas sigan una dieta baja en grasas y alta en carbohidratos para prevenir enfermedades cardiovasculares y la muerte prematura. Esta idea se originó principalmente en el estudio de 1980 realizado por Ancel Keys, quien examinó la dieta y la incidencia de las enfermedades cardiovasculares en 7 países. Sus datos sugieren que el colesterol elevado en sangre y la ingesta dietética de grasas saturadas son un factor importante en la aparición de enfermedades coronarias y el riesgo de accidente cerebrovascular.1Estos resultados suponen que los niveles elevados de colesterol y la ingesta dietética de grasas saturadas son los factores causantes del riesgo de enfermedad cardíaca, sin tener en cuenta otros parámetros influenciados por la ingesta de grasas saturadas, como: que, cuando se elevan, se ha demostrado que protegen contra las enfermedades cardíacas.2

El presente estudio está inspirado en metanálisis recientes de ensayos aleatorios y estudios de cohortes prospectivos que no mostraron asociación o incluso un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y eventos de ECV con un mayor consumo de grasas saturadas.3Además, se consideraron varios factores socioeconómicos, planteando la hipótesis de que los países de Europa y América del Norte pueden tener acceso a más grasa dietética y una mayor ingesta total de calorías en comparación con regiones con menos acceso a alimentos grasos y costosos y, por el contrario, pueden estar desnutridos y sobrenutridos. La mayoría de los estudios observacionales que relacionan el consumo elevado de grasas saturadas con la mortalidad por todas las causas se han realizado en países más ricos, donde el consumo de grasas saturadas puede oscilar entre el 7% y el 15% del total de calorías.4y uno de los objetivos de los autores en el presente estudio fue determinar si estos resultados podrían extrapolarse a regiones del mundo donde los alimentos son más escasos y la dieta se compone principalmente de carbohidratos más baratos.

De acuerdo con estos estudios recientes, los autores encontraron que los participantes que consumían más grasas, incluidas más grasas saturadas, y menos carbohidratos generalmente tenían una mortalidad por todas las causas más baja, mientras que no se observó ningún aumento en las enfermedades cardiovasculares importantes. No es sorprendente que una mayor ingesta de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas también se asociara con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y no con un aumento de los eventos de ECV o de la mortalidad. Estos resultados fueron consistentes entre los países asiáticos y no asiáticos, lo notable porque a menudo se cita que las personas en Asia viven más que las personas en otras partes del mundo debido a sus dietas bajas en grasas y altas en carbohidratos.5

La recomendación actual de limitar la ingesta total de grasas a menos del 30% y las grasas saturadas a menos del 10% del total de calorías consumidas no está respaldada por los resultados de este estudio, y las personas que siguen una dieta rica en carbohidratos pueden en realidad beneficiarse al reemplazar algunos de estos carbohidratos con grasas. Las tasas de mortalidad más bajas se observaron cuando la ingesta total de carbohidratos fue inferior al 60% del total de calorías consumidas; Sin embargo, las dietas que representaban menos del 50% del total diario no se asociaron con un mayor beneficio. Además, según estos hallazgos, el 35% de la ingesta calórica diaria procedente de grasas, de las cuales entre el 10% y el 15% (y no menos del 7%) deberían ser saturadas, parece ser el rango óptimo.

Una de las principales limitaciones de este estudio es que los autores no diferenciaron entre las fuentes o tipos de carbohidratos consumidos. No podemos determinar si los participantes consumieron harina blanca refinada, cereales integrales no procesados, tubérculos con almidón o cualquier combinación de estos. Sin duda, las frutas y verduras sin almidón se incluyeron en la categoría de "carbohidratos", pero no hay forma de saber cuáles y en qué cantidad fueron consumidas por cada población estudiada.

(Para obtener más información sobre los efectos de los carbohidratos en la salud, consulte "El pan y el microbioma: un asunto personal" en la edición de este mes).

Las dietas que contienen grandes cantidades de cereales refinados y alimentos con un índice glucémico alto se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.6Diabetes,7y varios tipos de cáncer.8Por el contrario, una dieta rica en fibra, como la que se encuentra en cereales, frutas y verduras sin procesar, se correlaciona con un riesgo reducido de enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes.9

Además, es bien sabido que una dieta rica en antioxidantes, que se encuentran en muchas frutas y verduras, protege contra muchas afecciones de salud, incluidas las enfermedades cardiovasculares.10,11Esto es particularmente importante en presencia de lípidos que pueden acumularse en los vasos sanguíneos, ya que estos fitonutrientes previenen la peroxidación lipídica y la inflamación endotelial, factores importantes en el desarrollo de la ECV.12

Sin información sobre la fuente de carbohidratos en las dietas de los participantes, es difícil concluir exactamente qué factores contribuyen a los resultados del presente estudio. Sin embargo, en general, la evidencia actual sugiere que las grasas dietéticas, incluso las grasas saturadas, no son el enemigo que la medicina convencional ha proclamado durante tantos años, y es probable que reducir los carbohidratos totales sea beneficioso para la mayoría de las personas.

  1. Tasten A, Aravanis C, Blackburn usw. Al. Sieben Länder: Eine multivariate Analyse von Tod und koronarer Herzkrankheit. Cambridge, MA: Harvard University Press; 1980.
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  12. McIntyre TM, Haxen SL. Lipidoxidation und Herz-Kreislauf-Erkrankungen: Einführung in eine Übersichtsreihe. Circ Res. 2010;107(10):1167-1169.
Quellen: