Nutrición para aumentar el rendimiento deportivo
Una dieta altamente nutritiva puede aumentar el rendimiento físico y la recuperación después del ejercicio. No es necesario ser un atleta profesional que compita con apuestas altas para beneficiarse de esto. Una buena dieta puede aumentar tu resistencia y darte la fuerza para superar barreras y superar tus propios puntos de referencia. La dieta también acelera la recuperación después del ejercicio, incluida la recuperación de una lesión relacionada con el ejercicio. Un cuerpo sano es más fuerte y menos propenso a sufrir lesiones, calambres y otras dolencias que interfieren con las rutinas de ejercicio. Una dieta rica en nutrientes es esencial para un rendimiento físico óptimo. Además de la calidad…

Nutrición para aumentar el rendimiento deportivo
Una dieta altamente nutritiva puede aumentar el rendimiento físico y la recuperación después del ejercicio. No es necesario ser un atleta profesional que compita con apuestas altas para beneficiarse de esto. Una buena dieta puede aumentar tu resistencia y darte la fuerza para superar barreras y superar tus propios puntos de referencia. La dieta también acelera la recuperación después del ejercicio, incluida la recuperación de una lesión relacionada con el ejercicio. Un cuerpo sano es más fuerte y menos propenso a sufrir lesiones, calambres y otras dolencias que interfieren con las rutinas de ejercicio.
Una dieta rica en nutrientes es esencial para un rendimiento físico óptimo. Además de la calidad de los nutrientes, los atletas que realizan una actividad física intensa deben prestar especial atención al momento de ingesta de ciertos nutrientes. Por ejemplo, durante períodos prolongados de actividad, es importante consumir carbohidratos y proteínas para mantener el peso corporal y los niveles de glucógeno y proporcionar suficiente proteína para formar y curar el tejido dañado.
Cabe destacar el papel de la vitamina D en el apoyo a las funciones vitales del cuerpo. La vitamina D favorece la salud de los huesos, ya que la vitamina D es necesaria para absorber el calcio. El calcio es un elemento fundamental para el crecimiento y la reparación de los huesos, regula el calcio en la sangre, favorece el trabajo muscular, la función nerviosa y la coagulación sanguínea. Los niveles bajos de vitamina D o calcio pueden reducir la densidad ósea y aumentar la susceptibilidad a las fracturas. Buenas fuentes de calcio incluyen la leche, el yogur, el queso y las verduras de hojas verdes.
La vitamina D también apoya el sistema nervioso y la función muscular. La mejor fuente de vitamina D es la luz solar. Sin embargo, algunas buenas fuentes alimenticias incluyen el pescado (sardinas, caballa, salmón), huevos, mantequilla, hígado de res, queso y aceite omega-3. La vitamina D es una sustancia liposoluble. Entonces, si depende de los suplementos como fuente principal, asegúrese de tomar también aceite de pescado omega-3, aceite de oliva virgen extra o aceite de coco.
No en vano una carrera de triatlón se llama “Iron Man”. El hierro, que el cuerpo utiliza para formar hemoglobina en la sangre, mantiene los niveles de oxígeno en la sangre y los músculos durante el ejercicio. Con muy poca hemoglobina, el atleta puede sufrir un rendimiento reducido, un sistema inmunológico más débil, menor resistencia a las enfermedades, fatiga, mal genio y un ritmo cardíaco acelerado. Buenas fuentes alimenticias de hierro incluyen las carnes rojas, la avena, las nueces, las verduras de hojas verdes y las legumbres.
Una cantidad adecuada de proteínas en el cuerpo puede ayudar a prevenir y reparar el daño muscular causado por el estrés del entrenamiento. La suplementación con proteínas después del ejercicio en una unidad de la Marina de EE. UU. demostró una reducción de hasta un 33 % en las visitas médicas, una reducción de hasta un 28 % en las infecciones bacterianas, una reducción de hasta un 37 % en los dolores musculares y articulares informados y una reducción de hasta un 83 % en el agotamiento por calor. La proteína tomada después del entrenamiento aumenta los niveles de proteína muscular, reduce el dolor muscular y mejora la hidratación de los tejidos durante los ejercicios de entrenamiento prolongados. Buenas fuentes de proteínas incluyen pescado, carnes rojas, huevos, pollo, yogur, queso y legumbres.
Además de nutrientes y proteínas, los atletas deben beber suficientes líquidos durante y después del entrenamiento para estabilizar la pérdida de líquidos. Las bebidas deportivas consumidas durante el ejercicio ayudan a mantener los niveles de azúcar en sangre y reducen el riesgo de deshidratación e hiponatremia. Un programa nutricional equilibrado con una variedad de alimentos ricos en nutrientes debería proporcionar suficientes nutrientes para respaldar un programa de entrenamiento intensivo.