¿Alguna vez has tenido que actuar en una situación tensa y has fracasado por completo? Usted no está solo. Experimentos con monos muestran que el “fracaso bajo presión” se asocia con una disminución de la actividad de las neuronas que se preparan para el movimiento 1.

“Se ve en todas partes: en los deportes, en todos los diferentes deportes y fuera de los deportes”, dice Steven Chase, neurocientífico de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, Pensilvania. Chase y sus colegas estudiaron lo que sucede en el cerebro que hace que el rendimiento disminuya y publicaron sus hallazgos el 12 de septiembre en la revista.Neurona.

Fracasar bajo presión no es exclusivo de los humanos. Así como un jugador de tenis puede fallar un tiro crucial, los monos también pueden desempeñarse mal en situaciones de alta recompensa.

la gran victoria

El equipo de investigación creó una tarea por computadora en la que los monos rhesus recibían una recompensa después de mover un cursor de forma rápida y precisa sobre un objetivo. En cada prueba, los monos recibieron pistas que indicaban si la recompensa sería pequeña, mediana, grande o un "premio mayor". Las recompensas del premio mayor eran raras e innecesariamente grandes, lo que creaba una situación de alto riesgo y alta recompensa.

Utilizando un pequeño chip equipado con electrodos implantado en el cerebro de los monos, el equipo observó cómo cambiaba la actividad neuronal entre los escenarios de recompensa. El chip se colocó en la corteza motora, un área del lóbulo frontal responsable de las funciones motoras.

Los investigadores descubrieron que en los escenarios del premio mayor, la actividad de las neuronas asociadas con la preparación motora disminuía. La preparación motora es la forma en que el cerebro hace cálculos para completar un movimiento, similar a apuntar una flecha a un objetivo antes de soltarla. La disminución en la preparación motora significó que los cerebros de los monos no estuvieran preparados de manera óptima, lo que resultó en un rendimiento deficiente.

Los resultados "nos ayudan a comprender cómo el comportamiento dependiente de la recompensa no es lineal", dice Bita Moghaddam, neurocientífica conductual de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon en Portland.

Hasta cierto punto, “simplemente no se obtiene un mejor desempeño a medida que la recompensa aumenta”, explica Moghaddam. También sería interesante ver cómo responden otras regiones del cerebro en situaciones de premios mayores, añade, ya que podrían estar involucradas múltiples regiones.

Preparación óptima

Luego, los investigadores examinaron por qué la preparación motora disminuye en escenarios de alto riesgo. Un análisis de cómo la motivación de recompensa y la preparación neuronal se relacionaban con el desempeño de los monos sugirió que la actividad neuronal alcanzó un punto de preparación óptima a medida que aumentaba el tamaño de la recompensa. Con recompensas aún mayores, la preparación comienza a disminuir, empujando al cerebro más allá de su rendimiento óptimo. Los investigadores llaman a esto la hipótesis del sesgo neuronal.

El equipo también está interesado en saber si se pueden evitar fallos bajo presión, afirma Chase. Por ejemplo, se pregunta si la retroalimentación sobre la propia actividad cerebral podría ayudar a optimizar el rendimiento. Pero primero es necesario estudiar más de cerca el fenómeno en humanos, afirma.